Un Viaje de Maravillas

A veces me olvido,
con  tanto ruido ahí fuera, tantas noticias que me bombardean, discusiones con los clientes en el trabajo... a veces me olvido.
Olvido que fui...
no....
olvido que SOY un hada.
Sin embargo, hay momentos en que lo recuerdo y sé que es verdad, con toda certeza.
Como cuando me adentro unos pasos en la diminuta playa que hay junto a mi casa, y contemplo desde allí como las olas rompen en las rocas desdibujándose en una bruma extraña que toma la forma de unos seres semitransparentes, una bruma que se diluye en el aire en explosiones de magia, aire y salitre.



Lo sé en los días en que puedo abandonarme a vagar en el Gran Bosque, y llego a un sendero bordeado de helechos húmedos y verdes que con fuerza se desenroscan ante mis ojos, sé que tal como se depliegan los helechos se desplegaron hace muchos años mis alas de hada, antes de que yo y otros de mi condición fuéramos lanzados a la Tierra para la construcción del Puente entre los Reinos.




Y lo siento en cosas aparentemente ordinarias, como cuando corto un tomate para preparar una ensalada y su aroma ácido y dulce a la vez se pasea por mi boca y mi nariz contándome toda su historia que pasará a ser parte de la mía cuando yo lo coma.

Sentir que eres un hada es algo difícil de describir, hay momentos, sobre todo en lugares especiales en la Naturaleza en que sencillamente lo sabes, cierras los ojos y la sensación es como que estás a punto de recibir un regalo. Y entonces piensas "no debo olvidar este sentimiento, no debo olvidar este sentimiento" y SABES que tienes una misión, debes crear el puente entre el Reino Humano y el Otro Reino, el reino Feérico .




Por cierto, antes de adentrarme más, quisiera aclarar que prefiero decir Reino Feérico a Reino de las Hadas, ya que al decir hadas automáticamente pensamos en unos seres femeninos con alitas viviendo entre las flores, pero las hadas no son así... bueno, a veces sí, pero las hadas pueden ser terribles y salvajes como un huracán, pues son Naturaleza y la Naturaleza es implacable muchas veces.

Y la verdad sea dicha, Recordar que una tiene Corazón Feérico en el mundo en que vivimos no es fácil, seguramente tú ya lo sabes, pues si estás leyendo esto muy probablemente tengas corazón de hada también, siempre te sientes fuera de lugar.
Te tacharán de loca, de loco, tratarán de convencerte de que es infantil, de apagar el Farol de Hada de tu corazón. Tú escucha a tu corazón, porque si lo que sientes es bueno, siempre tiene razón y será lo mejor para ti. Es tu brújula sagrada.



Nos hechizaron y transformaron nuestros cuerpos feéricos en cuerpos humanos, pero nuestro corazón.. ay nuestro corazón!! Sigue siendo mágico y latiendo al compás de los tambores del corazón de la Tierra.... un día sabes con certeza que no es así, que tú no eres un humano vulgar. (¡¡Bendito sea ese día!!)  Porque lo que para otros es la vida normal a ti te parece una vida vacía y sabes que hay algo más.... puede que no sepas qué es lo que falta, pero sin duda sabes que algo falta, y ese algo es muy importante. La añoranza del corazón de lo que un día fue nuestro hogar.

Sin embargo, no debemos estar tristes, al contrario,  ¡ porque tenemos una misión muy importante! La construcción del Puente Entre los Reinos. Recordar y recorrer el camino encantado.

En este blog voy a escribir sobre todas aquellas cosas del día a día que pueden tornarse más mágicas, como la receta de la famosa sopa de Luz de Estrellas, a pedir deseos al mar, a crear pequeños regalos para los elementales y los seres feéricos, a vivir más en armonía con la naturaleza.... lo que me parezca más importante lo iré escribiendo en forma de mini libro descargable, e iré poniendo los capítulos aquí para que los descarguéis si os gusta.

Y ya sin más, me despido... compartiendo el primer capítulo AQUÍ

Un gran abrazo,

Patricia Basher









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